Holaaa!
Bueno pues el fin de semana del 26 (sí, voy un poco atrasada) nos fuimos a Paga, una ciudad al norte de Ghana que hace frontera con Burkina Faso a ver cocodrilos.
Después de muchas horas de trotro, que fueron 5 pero parecen 20 aunque lo amenicemos con Camela, Melendi y compañía, llegamos a nuestro destino cagados de miedo pero con muchísimas ganas de ver a esos bichos de cerca.
Reconozco que para el tema animales soy bastante miedica así que cuando ya todos mis compañeros se han sacado la foto me hago un poco la valiente, me acerco, lo toco, me sacan la foto e intento irme lo antes posible sin que me coma.
Superada con éxito la primera parte del fin de semana, nuestros amigos y guias nos llevan a comer a un pequeño restaurante local y de ahí volvemos al querido trotro para acabar en Tamale, la ciudad más grande que tenemos cerca de Larabanga.
Cuando llegamos al hotel y vemos que hay ducha no os imagináis la cara de alegría de todos. Después de arreglarnos un poco (que iba siendo hora) nos vamos a conocer el ambiente de las noches en Ghana y es una pasada.
Nos llevan a diferentes locales donde hablamos, bailamos y nos reímos de la pena que damos bailando si nos comparamos con ellos.
Llegamos al hotel entre taxis, yellow yellows y motos y caemos rendidos pensando en nuestro amigo el trotro del día siguiente.
Bueno pues el fin de semana del 26 (sí, voy un poco atrasada) nos fuimos a Paga, una ciudad al norte de Ghana que hace frontera con Burkina Faso a ver cocodrilos.
Después de muchas horas de trotro, que fueron 5 pero parecen 20 aunque lo amenicemos con Camela, Melendi y compañía, llegamos a nuestro destino cagados de miedo pero con muchísimas ganas de ver a esos bichos de cerca.
Reconozco que para el tema animales soy bastante miedica así que cuando ya todos mis compañeros se han sacado la foto me hago un poco la valiente, me acerco, lo toco, me sacan la foto e intento irme lo antes posible sin que me coma.
Superada con éxito la primera parte del fin de semana, nuestros amigos y guias nos llevan a comer a un pequeño restaurante local y de ahí volvemos al querido trotro para acabar en Tamale, la ciudad más grande que tenemos cerca de Larabanga.
Cuando llegamos al hotel y vemos que hay ducha no os imagináis la cara de alegría de todos. Después de arreglarnos un poco (que iba siendo hora) nos vamos a conocer el ambiente de las noches en Ghana y es una pasada.
Nos llevan a diferentes locales donde hablamos, bailamos y nos reímos de la pena que damos bailando si nos comparamos con ellos.
Llegamos al hotel entre taxis, yellow yellows y motos y caemos rendidos pensando en nuestro amigo el trotro del día siguiente.
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